domingo, 6 de febrero de 2011

Despiadadamente irresistible


¿Cómo dejar de ir? … Sí conozco el camino de memoria.
Media cuadra.
El parque.
Cuatro cuadras.
La avenida.
La pista.
Fachada blanca, rejas negras, al lado de las cabina de internet.
¿Ves?… Llego con los ojos cerrados, aunque no quiera.
Razones para abstenerme, demasiadas.
Las palpitaciones, los ecos infinitos, el dolor…insoportable.
¡Pero por la puta madre que eres delicioso!
Amargor y dulce utópico.
Piel irresistiblemente suave.
Y sabes mejor con las puntas de los dedos.

¡Al carajo el dolor!
Eres despiadadamente exquisito.